El cierre del año 2025 trae consigo noticias de relevancia para uno de los sectores más numerosos y sensibles de la sociedad uruguaya: los jubilados y pensionistas. Según las proyecciones oficiales y las declaraciones de las máximas autoridades del ámbito laboral y de la seguridad social, el ajuste de las pasividades que se hará efectivo a comienzos de 2026 marcaría un hito positivo en la recuperación del poder adquisitivo de los adultos mayores en Uruguay.
La determinación del aumento de las jubilaciones en Uruguay no es un proceso arbitrario, sino que está regido por un mandato constitucional que vincula el ajuste de las prestaciones al Índice Medio de Salarios (IMS). En este contexto, el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, ha sido una de las voces principales en adelantar a algunos medios de comunicación lo que se espera para las próximas semanas.
Castillo explicó que, si bien se aguardan los datos definitivos para cerrar el cálculo matemático, la tendencia es clara. El Ministerio de Trabajo (MTSS) se encuentra finalizando las rondas de negociación colectiva de este año. Los resultados de estos Consejos de Salarios son el motor que impulsa el IMS hacia arriba. "Seguramente el BPS y Economía están esperando que terminemos esta ronda sobre finales de año; allí se hace la cuenta de cómo influyó el salario y a partir de ese valor se define el ajuste", señaló el jerarca.
Esta dinámica asegura que, cuando los salarios de los trabajadores activos crecen por encima de los precios, los jubilados también perciban ese beneficio, permitiendo que las pensiones no queden rezagadas frente a la evolución general de la economía.
Proyecciones: Un ajuste cercano al 6%
Desde la cúpula del Banco de Previsión Social (BPS), su presidenta Jimena Pardo ya había trazado una línea de expectativa a principios de diciembre. Según las estimaciones del organismo previsional, el incremento de las pasividades se situaría en el entorno del 6%.
Este número no es menor si se lo analiza en perspectiva histórica y comparada. Un ajuste del 6% implicaría un alivio significativo para las economías domésticas de miles de uruguayos que dependen exclusivamente de su prestación mensual para cubrir necesidades básicas, salud y servicios.
La ganancia frente a la inflación: Recuperación real
El dato más alentador para los beneficiarios del sistema es la comparación entre el ajuste salarial y el Índice de Precios al Consumo (IPC), que mide la inflación. Para que exista una mejora real en la calidad de vida, el aumento de los ingresos debe superar el encarecimiento del costo de vida.
De acuerdo con los datos suministrados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación acumulada entre enero y noviembre de 2025 se situó en un 3,74%. Si las proyecciones del 6% se confirman, los jubilados estarían recibiendo un aumento que casi duplica el valor de la inflación acumulada en el año. Esto se traduce en una "ganancia real" de poder de compra, permitiendo que el jubilado pueda adquirir más bienes y servicios con la misma prestación que el año anterior.
Este fenómeno de incremento por encima del IPC es el resultado directo de la recuperación salarial en el sector activo, la cual ha logrado mantenerse por encima de la curva inflacionaria durante el presente ejercicio económico.
El impacto en el sistema de seguridad social
Un ajuste de esta magnitud también plantea desafíos para las arcas del Estado. El BPS debe gestionar el pago de cientos de miles de prestaciones mensuales, y un aumento del 6% requiere una ingeniería financiera sólida por parte del Ministerio de Economía y Finanzas. Sin embargo, las autoridades han transmitido tranquilidad, asegurando que los fondos están previstos para cumplir con el mandato constitucional de actualización de pasividades.
Para el sector de jubilados y pensionistas, este incremento representa también un reconocimiento a la estabilidad del sistema. En un contexto regional donde muchos sistemas previsionales enfrentan crisis de sostenibilidad o pérdida de valor real de las pensiones, Uruguay parece encaminarse a un cierre de año con cifras que garantizan la protección social de sus ciudadanos de mayor edad.
¿Cuándo se confirmará el dato final?
Se espera que en los primeros días de enero de 2026, una vez que el INE publique el dato definitivo del Índice Medio de Salarios de diciembre, el Poder Ejecutivo firme el decreto con el porcentaje exacto de ajuste. Este ajuste se aplicará de forma provisoria con el cobro de febrero (correspondiente a enero) y se ajustará de forma definitiva una vez consolidado el dato anual.
